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Bienvenido al Blog de Preciado FYS, un espacio donde encontrarás reflexiones, estrategias prácticas y recursos para tu crecimiento personal, liderazgo y desarrollo financiero. Nuestro objetivo es brindarte contenido relevante y aplicable que te inspire a alcanzar tu máximo potencial y liderar con propósito en cada área de tu vida.
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Cómo desarrollar inteligencia emocional en el liderazgo
En la época actual y de manera especial en el campo del liderazgo, la inteligencia emocional (IE) es un factor clave para influir, motivar y guiar a otros. Hace casi dos décadas que Daniel Goleman empezó a escribir que la inteligencia emocional es incluso más determinante que el coeficiente intelectual (IQ) en el éxito de un líder sin embargo este es un principio que viene desde siempre. Un líder emocionalmente inteligente comprende y regula sus emociones, al mismo tiempo que fomenta relaciones saludables en su equipo.
La Biblia es el libro que presenta más ejemplos de lideres emocionalmente sanos que influyeron positivamente en la vida de otros, esto se refleja en la vida de grandes líderes como Moisés, Nehemías y de manera especial y total en Jesús. La Palabra de Dios enseña que el dominio propio y la prudencia son esenciales en el liderazgo: «Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte, y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad» (Proverbios 16:32). Jesús modeló la inteligencia emocional al responder con amor y paciencia en situaciones de confrontación (Lucas 23:34) y al mostrar empatía y compasión con quienes lo rodeaban (Mateo 9:36). Un liderazgo fundamentado en principios bíblicos no solo busca resultados, sino que también desarrolla a las personas con sabiduría, paciencia y amor.
La inteligencia emocional en el liderazgo implica la capacidad de reconocer, comprender y gestionar las emociones propias y las de los demás (Goleman). Un líder con alta IE puede responder adecuadamente a situaciones de estrés, conflictos y motivar a su equipo de manera efectiva.
Goleman define cinco competencias clave en la inteligencia emocional:
Autoconciencia: Conocer y comprender las propias emociones.
Autorregulación: Manejar las emociones de manera efectiva.
Motivación: Tener iniciativa y entusiasmo para alcanzar objetivos.
Empatía: Comprender las emociones de los demás.
Habilidades sociales: Establecer relaciones positivas y comunicarse eficazmente.
Los líderes con alta inteligencia emocional generan entornos de trabajo positivos, aumentan la productividad y reducen los conflictos. Según Travis Bradberry y Jean Greaves (2009), la inteligencia emocional representa el 58 % del desempeño en el trabajo, siendo un factor determinante en el éxito profesional.
Un estudio de Harvard Business Review encontró que los líderes con mayor inteligencia emocional tienen equipos más comprometidos y con menor rotación laboral (Goleman, Boyatzis & McKee, 2013).
Practicar la autoconciencia: La autoconciencia permite a un líder reconocer sus fortalezas, debilidades y emociones para actuar con sabiduría. David expresó esta actitud al orar: «Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos» (Salmos 139:23). Un líder debe buscar constantemente la dirección de Dios y evaluar su propio corazón para crecer en su llamado.
Controlar las emociones en momentos de presión: Enfrentar desafíos sin dejarse dominar por las emociones es clave en el liderazgo. Moisés, aunque fue un gran líder, en ocasiones dejó que su ira lo controlara, lo que le trajo consecuencias (Números 20:10-12). Jesús, en contraste, mostró dominio propio incluso en la cruz (Lucas 23:34). Un líder sabio responde con paciencia y confianza en Dios, en lugar de reaccionar impulsivamente
Fomentar la empatía en el liderazgo: La empatía permite comprender y atender las necesidades de otros. Jesús fue el mayor ejemplo de un líder empático: «Al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor» (Mateo 9:36).
Mejorar las habilidades sociales y la comunicación: Un liderazgo efectivo requiere una comunicación clara y edificante. Pablo aconseja: «Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno» (Colosenses 4:6). Un líder debe hablar con sabiduría, transmitir confianza y fomentar un ambiente de respeto y unidad dentro de su equipo.
La inteligencia emocional es un pilar fundamental en el liderazgo efectivo. Un líder que desarrolla su autoconciencia, autorregulación, empatía y habilidades sociales puede impactar positivamente en su equipo y en los resultados organizacionales. Aplicar estas estrategias no solo fortalecerá la capacidad de liderazgo, sino que también mejorará la toma de decisiones y la gestión del cambio en cualquier entorno.
Bradberry, T., & Greaves, J. (2009). Inteligencia emocional 2.0. TalentSmart.
Goleman, D. (1996). Inteligencia emocional: Por qué es más importante que el coeficiente intelectual. Kairós.
Goleman, D., Boyatzis, R., & McKee, A. (2013). El líder resonante crea más: El poder de la inteligencia emocional. Ediciones B.
Desarrolle el líder que hay en usted: Un libro que amplio mi perspectiva del liderazgo.
(Artículo especial por el cumpleaños de mi amigo John)
En el año 2012 mientras iniciaba mis estudios en el SEBIBE, institución que ahora tengo el privilegio de dirigir y que amo porque ha sido el lugar donde muchos jóvenes hemos empezado a crecer, una tarde en mi hora de lectura encontré un libro cuyo titulo llamo mi atención “Desarrolle el líder que hay en usted”, ese titulo fue interesante para mi porque yo no creía que tuviera capacidad para liderar algo, tampoco las habilidades que veía en otras personas, empecé a leerlo y sigo aprendiendo cada día que el liderazgo no es algo exclusivo de unos pocos, es un regalo de Dios y una habilidad que todos podemos desarrollar con disciplina, aprendizaje y práctica.
Al pasar los años sigo estudiando y practicando, en ese camino tuve la oportunidad de conocer a Maxwell y obtener la certificación de conferencista y capacitador acreditado por su empresa, es amplio el contenido del libro y de todo el programa, pero en este breve articulo quiero compartirte 5 principios que llamaron mi atención del primer libro que leí de Maxwell.
Maxwell define el liderazgo en una sola palabra: influencia. No se trata de un cargo o un título, sino de la capacidad de impactar a otros de manera positiva. La pregunta clave es: ¿A quién estás influenciando hoy?
Claves para aumentar tu influencia:
Un buen líder no solo debe ser competente, sino tener un carácter sólido. Maxwell enfatiza que la confianza se construye con integridad, responsabilidad y honestidad.
Cómo fortalecer tu carácter como líder:
Un líder sin visión es como un barco sin rumbo. La visión proporciona dirección y propósito. Maxwell dice: «Los líderes ven más que los demás y antes que los demás».
Cómo desarrollar una visión clara:
El liderazgo requiere crecimiento constante, y el crecimiento solo ocurre cuando hay disciplina. Un líder disciplinado desarrolla hábitos de aprendizaje, trabajo duro y perseverancia.
Consejos para fortalecer la autodisciplina:
Un verdadero líder forma nuevos líderes. Maxwell enseña que el éxito de un líder se mide por su capacidad de multiplicar su influencia a través del desarrollo de otros.
Cómo formar líderes a tu alrededor:
Si bien se que aun me falta mucho por aprender, cambiar y crecer, sigo trabajando por desarrollarme como líder con el propósito de ayudar a crecer a las personas integralmente y mi deseo es ayudarte a ti.
Dios te bendiga.
Con cariño, tu amigo Fabián.
La Ley del espejo: ¿Cómo la autoimagen influye en tu liderazgo?
Por: Fabián Preciado.
Uno de los libros que recomiendo es Las 15 Leyes Indispensables del Crecimiento, en este libro John Maxwell nos habla de la Ley del Espejo, la cual establece que nuestra autoimagen define nuestra capacidad para crecer y liderar a otros. Si no creemos en nosotros mismos, ¿cómo podemos esperar que otros lo hagan? En este artículo exploraremos cómo la autoestima influye en el liderazgo y cómo fortalecerla para impactar positivamente a los demás.
El liderazgo comienza con la forma en que te ves a ti mismo.
La imagen que tienes de ti mismo determina tus acciones y tu capacidad de influir. Maxwell afirma que no puedes superar la imagen que tienes de ti mismo; en otras palabras, si te ves como alguien incapaz o poco valioso, tus decisiones y comportamientos reflejarán esa creencia.
Los grandes líderes poseen una autoestima sana, lo que les permite tomar decisiones seguras, motivar a otros y asumir riesgos sin miedo al fracaso. Cuando un líder tiene una imagen pobre de sí mismo, proyecta inseguridad y afecta negativamente a su equipo.
El vínculo entre la autoestima y el liderazgo
La autoestima no es arrogancia ni orgullo, sino una valoración sana y realista de uno mismo. Un líder con alta autoestima:
En cambio, un líder con baja autoestima suele dudar, temer el rechazo y evitar asumir retos, limitando su potencial y el de su equipo.
Consejos para fortalecer tu autoimagen y mejorar tu liderazgo
Un líder seguro es un líder que inspira.
Tu liderazgo nunca crecerá más allá de la imagen que tienes de ti mismo. Fortalecer tu autoestima no solo te beneficiará a ti, sino que también inspirará a quienes te rodean. Como dice John Maxwell: «Las personas nunca superan la forma en que se ven a sí mismas».
Cómo diferenciar necesidades, gustos y caprichos: un enfoque para administrar mejor tus finanzas.
Por: Fabián Preciado.
En el artículo anterior, exploramos la importancia de establecer un presupuesto y compartimos consejos prácticos para crear uno que realmente funcione para ti y tu familia. Un presupuesto no es solo una herramienta financiera, sino una guía que te ayuda a priorizar, organizar y maximizar tus recursos.
En este nuevo artículo, daremos un paso más en el camino hacia la buena administración financiera, abordando uno de los temas más relevantes y desafiantes en los que hacemos mucho énfasis en nuestros entrenamientos, distinguir entre necesidades, gustos y caprichos. Esta diferenciación no solo es clave para mantener el control de tus finanzas, sino también para tomar decisiones alineadas con tus metas y valores. ¡Acompáñanos a descubrir cómo hacerlo con sabiduría y propósito!
Uno de los mayores desafíos en la administración financiera es distinguir entre lo que realmente necesitamos, lo que nos gusta y lo que simplemente deseamos por impulso. Algunos de los siguientes conceptos han sido tomados de la literatura de Andrés Panasiuk, experto en educación financiera desde una perspectiva bíblica, quien nos ofrece principios clave para manejar nuestros recursos con sabiduría, evitando caer en el descontrol financiero.
¿Por qué es importante diferenciar?
Según Panasiuk, la falta de claridad entre necesidades, gustos y caprichos es una de las principales causas de desorden financiero. Cuando no establecemos prioridades claras, gastamos más de lo que tenemos, nos endeudamos y comprometemos nuestra estabilidad económica. Proverbios 21:20 lo dice de manera sencilla: «En la casa del sabio hay tesoros y aceite, pero el necio todo lo disipa.»
Definiendo los conceptos.
1️. Necesidades: Son aquellos bienes o servicios esenciales para nuestra vida diaria y bienestar.
Ejemplos: Vivienda, alimentación, transporte, salud y educación básica.
Principio bíblico: “Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto” (1 Timoteo 6:8).
Consejo práctico: Prioriza siempre tus necesidades antes de considerar otros gastos. Pregúntate: ¿Esto es indispensable para mi vida o la de mi familia?
2️. Gustos: Son bienes o servicios que, aunque no esenciales, nos proporcionan placer o comodidad adicional.
Ejemplos: Comer en un restaurante, actualizar un dispositivo tecnológico, ropa de marca.
Principio bíblico: “Todo me es lícito, pero no todo me conviene” (1 Corintios 10:23).
Consejo práctico: Establece un límite en tu presupuesto para los gustos. Disfrutar es válido, pero no debe comprometer tus necesidades ni tu estabilidad financiera.
3️. Caprichos: Son deseos impulsivos que suelen ser innecesarios y muchas veces costosos.
Ejemplos: Comprar cosas solo porque están de moda, vacacionar o hacer celebraciones con dinero prestado, adquisiciones innecesarias, etc.
Principio bíblico: “El hombre necio gasta todo lo que tiene” (Proverbios 21:20).
Consejo práctico: Antes de adquirir algo, pregúntate: ¿Realmente lo necesito? ¿Es un gasto planificado o un impulso?
Pasos para diferenciar y administrar bien tus finanzas.
¿Esto satisface una necesidad o un deseo?
¿Es un gasto planificado o impulsivo?
¿Cómo impactará en mi presupuesto?
Beneficios de diferenciar necesidades, gustos y caprichos.
Estabilidad financiera: Al priorizar lo esencial, evitas endeudarte innecesariamente.
Paz mental: Gastar de manera intencional reduce el estrés financiero.
Mayores oportunidades: Administrar sabiamente tus recursos te permite ahorrar e invertir en lo que realmente importa.
Como dice Andrés Panasiuk: “La libertad financiera comienza cuando aprendes a diferenciar entre lo que necesitas y lo que simplemente deseas.” Al aplicar estos principios, no solo mejoramos nuestras finanzas, sino que también honramos a Dios como buenos administradores de los recursos que nos ha confiado.
Cómo crear un presupuesto que funcione para ti y tu familia.
Un plan para administrar tus finanzas con sabiduría y propósito
El presupuesto es una herramienta poderosa que, cuando se usa correctamente, puede transformar no solo tus finanzas, sino también tu calidad de vida y tus relaciones familiares. Como bien afirma Andrés Panasiuk: “El presupuesto no es una herramienta para limitarte, sino para liberar tu potencial financiero.” A través de este artículo, exploraremos cómo crear un presupuesto práctico, tomando en cuenta principios bíblicos, consejos de expertos y nuestra propia experiencia personal. (Familia Preciado)
Principios bíblicos para administrar tu dinero.
La Biblia tiene mucho que enseñarnos sobre la administración de nuestras finanzas. Aquí hay algunos principios clave:
“De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan” (Salmos 24:1).
Reconocer que todo lo que tenemos proviene de Dios nos ayuda a verlo como un recurso que debemos administrar fielmente, no como algo que poseemos.
2. Planifica con sabiduría.
“Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia; mas todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza” (Proverbios 21:5).
Un buen presupuesto requiere planificación y diligencia para garantizar que tus recursos sean bien utilizados.
3. Sé generoso.
“Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos” (Proverbios 3:9).
Incluir el dar en tu presupuesto no solo honra a Dios, sino que también genera un impacto positivo en tu comunidad.
Pasos para crear un presupuesto que funcione.
“El primer paso hacia la libertad financiera es la transparencia total con uno mismo.” (Andrés Panasiuk)
Antes de planificar, necesitas saber dónde estás. Haz una lista detallada de:
“Un líder siempre tiene metas claras porque sabe hacia dónde quiere ir.” (John Maxwell)
Define objetivos claros a corto, mediano y largo plazo. Por ejemplo:
“Un líder siempre tiene metas claras porque sabe hacia dónde quiere ir.”
Clasifica tus gastos en tres categorías:
Este método propone:
“El orden en las finanzas comienza con el dar. Cuando priorizamos nuestras responsabilidades espirituales, todo lo demás se alinea.” (Álvaro Luque)
Un presupuesto no es rígido; debe ajustarse según tus necesidades y circunstancias. Dedica tiempo cada mes para evaluar cómo estás manejando tu dinero y haz los cambios necesarios.
Beneficios de un presupuesto bien administrado.
Un presupuesto no es solo una herramienta financiera; es una forma de honrar a Dios y ser buenos administradores de lo que Él nos ha confiado. Como dice John Maxwell: “El éxito no se trata de cuánto dinero tienes, sino de cuánto impacto puedes generar con lo que tienes.”
10 Principios para administrar tus finanzas con sabiduría en este 2025.
Descubre cómo manejar tus recursos desde una perspectiva bíblica
La Biblia no solo guía nuestra vida espiritual, sino también nuestras decisiones prácticas, incluyendo cómo administramos nuestras finanzas. Dios desea que seamos buenos mayordomos de lo que Él nos ha confiado, usando nuestros recursos de manera sabia y para Su gloria. Aquí te presentamos 10 principios bíblicos que transformarán tu vida financiera.
«De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan» (Salmos 24:1).
Dios es el dueño de todo, y nosotros somos administradores. Este entendimiento cambia nuestra perspectiva: no se trata de cuánto poseemos, sino de cómo lo usamos para honrar a Dios.
«Porque, ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?» (Lucas 14:28).
Planea tus finanzas con propósito. Establece metas claras y crea un presupuesto que refleje tus prioridades y valores.
«Honra a Jehová con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia» (Proverbios 3:9-10).
El principio del diezmo y las ofrendas nos enseña a dar a Dios lo mejor, reconociendo Su provisión en nuestra vida. Dar con generosidad abre puertas a Su bendición.
«El rico se enseñorea de los pobres, y el que toma prestado es siervo del que presta» (Proverbios 22:7).
Aunque a veces las deudas son inevitables, debemos ser prudentes al adquirirlas y trabajar diligentemente para saldarlas. Vive dentro de tus posibilidades y evita cargas financieras innecesarias.
«El alma del perezoso desea, y nada alcanza; mas el alma de los diligentes será prosperada» (Proverbios 13:4).
El trabajo es un medio que Dios usa para proveer. Sé disciplinado y fiel en tu labor, buscando siempre dar lo mejor de ti.
«En la casa del sabio hay tesoros y aceite, pero el necio todo lo disipa» (Proverbios 21:20).
El ahorro es una práctica sabia que te prepara para enfrentar emergencias y construir un futuro sólido. Planifica con visión y disciplina.
«Siembra tu semilla en la mañana, y por la tarde no dejes reposar tu mano» (Eclesiastés 11:6).
La inversión prudente es parte de una buena administración. Evalúa los riesgos, busca consejo y toma decisiones que generen frutos a largo plazo.
«Porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar» (1 Timoteo 6:7).
El contentamiento te protege del materialismo y la codicia. Aprende a disfrutar lo que tienes mientras trabajas hacia tus metas.
«A Jehová presta el que da al pobre, y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar» (Proverbios 19:17).
Dios bendice a quienes comparten con otros. Sé sensible a las necesidades a tu alrededor y utiliza tus recursos para bendecir vidas.
«Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús» (Filipenses 4:19).
La fe en la provisión de Dios te da paz y confianza, incluso en momentos de incertidumbre. Aprende a depender de Él en todo.
Administrar tus finanzas con sabiduría no solo mejora tu calidad de vida, sino que glorifica a Dios al mostrarte como un mayordomo fiel. Estos principios no son meras reglas, sino una guía para experimentar Su abundancia y Su propósito en todas las áreas de tu vida