Inspiración y herramientas para tu transformación

Bienvenido al Blog de Preciado FYS, un espacio donde encontrarás reflexiones, estrategias prácticas y recursos para tu crecimiento personal, liderazgo y desarrollo financiero. Nuestro objetivo es brindarte contenido relevante y aplicable que te inspire a alcanzar tu máximo potencial y liderar con propósito en cada área de tu vida.

¿Qué encontrarás en nuestro blog?

Artículos sobre crecimiento personal:

  • Descubre cómo superar tus límites internos y construir hábitos que transformen tu vida.
  • Aprende a identificar tus fortalezas y a utilizarlas para alcanzar tus metas.

Reflexiones sobre liderazgo:

  • Principios prácticos para liderar equipos, resolver conflictos y generar influencia positiva.
  • Historias inspiradoras de líderes que marcaron la diferencia.

Consejos para finanzas saludables:

  • Estrategias para manejar tus recursos con sabiduría y salir de deudas.
  • Principios bíblicos para una vida financiera estable y con propósito.

 

 

Últimos artículos publicados: 

Cómo diferenciar necesidades, gustos y caprichos: un enfoque para administrar mejor tus finanzas.

 Por: Fabián Preciado.

En el artículo anterior, exploramos la importancia de establecer un presupuesto y compartimos consejos prácticos para crear uno que realmente funcione para ti y tu familia. Un presupuesto no es solo una herramienta financiera, sino una guía que te ayuda a priorizar, organizar y maximizar tus recursos.

En este nuevo artículo, daremos un paso más en el camino hacia la buena administración financiera, abordando uno de los temas más relevantes y desafiantes en los que hacemos mucho énfasis en nuestros entrenamientos, distinguir entre necesidades, gustos y caprichos. Esta diferenciación no solo es clave para mantener el control de tus finanzas, sino también para tomar decisiones alineadas con tus metas y valores. ¡Acompáñanos a descubrir cómo hacerlo con sabiduría y propósito!

Uno de los mayores desafíos en la administración financiera es distinguir entre lo que realmente necesitamos, lo que nos gusta y lo que simplemente deseamos por impulso. Algunos de los siguientes conceptos han sido tomados de la literatura de Andrés Panasiuk, experto en educación financiera desde una perspectiva bíblica, quien nos ofrece principios clave para manejar nuestros recursos con sabiduría, evitando caer en el descontrol financiero.

 

¿Por qué es importante diferenciar?

Según Panasiuk, la falta de claridad entre necesidades, gustos y caprichos es una de las principales causas de desorden financiero. Cuando no establecemos prioridades claras, gastamos más de lo que tenemos, nos endeudamos y comprometemos nuestra estabilidad económica. Proverbios 21:20 lo dice de manera sencilla: «En la casa del sabio hay tesoros y aceite, pero el necio todo lo disipa.»

 

Definiendo los conceptos.

1️. Necesidades: Son aquellos bienes o servicios esenciales para nuestra vida diaria y bienestar.

Ejemplos: Vivienda, alimentación, transporte, salud y educación básica.

Principio bíblico: “Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto” (1 Timoteo 6:8).

Consejo práctico: Prioriza siempre tus necesidades antes de considerar otros gastos. Pregúntate: ¿Esto es indispensable para mi vida o la de mi familia?

2️. Gustos: Son bienes o servicios que, aunque no esenciales, nos proporcionan placer o comodidad adicional.

Ejemplos: Comer en un restaurante, actualizar un dispositivo tecnológico, ropa de marca.

Principio bíblico: “Todo me es lícito, pero no todo me conviene” (1 Corintios 10:23).

Consejo práctico: Establece un límite en tu presupuesto para los gustos. Disfrutar es válido, pero no debe comprometer tus necesidades ni tu estabilidad financiera.

3️. Caprichos: Son deseos impulsivos que suelen ser innecesarios y muchas veces costosos.

Ejemplos: Comprar cosas solo porque están de moda, vacacionar o hacer celebraciones con dinero prestado, adquisiciones innecesarias, etc.

Principio bíblico: “El hombre necio gasta todo lo que tiene” (Proverbios 21:20).

Consejo práctico: Antes de adquirir algo, pregúntate: ¿Realmente lo necesito? ¿Es un gasto planificado o un impulso?

 

Pasos para diferenciar y administrar bien tus finanzas.

  1. Crea una lista de prioridades: Haz una lista clara de tus necesidades básicas y asegúrate de que estén cubiertas antes de gastar en otras cosas.
  2. Asigna un presupuesto para gustos: Dedica un porcentaje fijo de tus ingresos a disfrutar de gustos ocasionales. Esto te permitirá disfrutar sin descuidar tus responsabilidades.
  3. Aprende a decir “No” a los caprichos: Los caprichos suelen ser el resultado de una cultura consumista. Sé intencional al rechazar compras innecesarias. Espera unos días antes de adquirir algo por impulso; muchas veces, el deseo desaparecerá.
  4. Practica el contentamiento: El contentamiento es clave para evitar caer en el deseo de lo innecesario. Proverbios 15:16 nos recuerda: “Mejor es lo poco con el temor de Jehová, que el gran tesoro donde hay turbación.”
  5. Evalúa antes de gastar: Antes de hacer una compra, hazte estas preguntas:

¿Esto satisface una necesidad o un deseo?

¿Es un gasto planificado o impulsivo?

¿Cómo impactará en mi presupuesto?

 

Beneficios de diferenciar necesidades, gustos y caprichos.

Estabilidad financiera: Al priorizar lo esencial, evitas endeudarte innecesariamente.

Paz mental: Gastar de manera intencional reduce el estrés financiero.

Mayores oportunidades: Administrar sabiamente tus recursos te permite ahorrar e invertir en lo que realmente importa.

Como dice Andrés Panasiuk: “La libertad financiera comienza cuando aprendes a diferenciar entre lo que necesitas y lo que simplemente deseas.” Al aplicar estos principios, no solo mejoramos nuestras finanzas, sino que también honramos a Dios como buenos administradores de los recursos que nos ha confiado.

Cómo crear un presupuesto que funcione para ti y tu familia.

Un plan para administrar tus finanzas con sabiduría y propósito

El presupuesto es una herramienta poderosa que, cuando se usa correctamente, puede transformar no solo tus finanzas, sino también tu calidad de vida y tus relaciones familiares. Como bien afirma Andrés Panasiuk: “El presupuesto no es una herramienta para limitarte, sino para liberar tu potencial financiero.” A través de este artículo, exploraremos cómo crear un presupuesto práctico, tomando en cuenta principios bíblicos, consejos de expertos y nuestra propia experiencia personal.  (Familia Preciado)

 

Principios bíblicos para administrar tu dinero.

La Biblia tiene mucho que enseñarnos sobre la administración de nuestras finanzas. Aquí hay algunos principios clave:

  1. Dios es el dueño de todo.

“De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan” (Salmos 24:1).

Reconocer que todo lo que tenemos proviene de Dios nos ayuda a verlo como un recurso que debemos administrar fielmente, no como algo que poseemos.

2. Planifica con sabiduría.

“Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia; mas todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza” (Proverbios 21:5).

Un buen presupuesto requiere planificación y diligencia para garantizar que tus recursos sean bien utilizados.

3. Sé generoso.

“Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos” (Proverbios 3:9).

Incluir el dar en tu presupuesto no solo honra a Dios, sino que también genera un impacto positivo en tu comunidad.

Pasos para crear un presupuesto que funcione.

  1. Evalúa tu situación financiera actual. 

“El primer paso hacia la libertad financiera es la transparencia total con uno mismo.” (Andrés Panasiuk)

Antes de planificar, necesitas saber dónde estás. Haz una lista detallada de:

  • Tus ingresos mensuales (sueldos, negocios, ingresos extra).
  • Tus gastos fijos (pago de préstamos, educación, servicios públicos, transporte).
  • Tus gastos variables (comida, entretenimiento, compras).

 

  1. Establece metas financieras.

“Un líder siempre tiene metas claras porque sabe hacia dónde quiere ir.”  (John Maxwell)

 Define objetivos claros a corto, mediano y largo plazo. Por ejemplo:

  • Ahorrar para imprevistos.
  • Reducir deudas.
  • Planificar para la educación de los hijos o la jubilación.

 “Un líder siempre tiene metas claras porque sabe hacia dónde quiere ir.”

 

  1. Prioriza tus Gastos

Clasifica tus gastos en tres categorías:

  • Necesidades: Vivienda, alimentos, transporte, salud.
  • Ahorrar: Destina al menos el 10% de tus ingresos a un fondo de ahorro.
  • Deseos: Entretenimiento, hobbies y vacaciones.
 
  1. Puedes empezar con el Método 10-10-80

Este método propone:

  • 10% para dar (diezmo y ofrendas).
  • 10% para ahorrar.
  • 80% para tus necesidades y deseos.
 

“El orden en las finanzas comienza con el dar. Cuando priorizamos nuestras responsabilidades espirituales, todo lo demás se alinea.” (Álvaro Luque)

 

  1. Ajusta y Revisa Mensualmente

Un presupuesto no es rígido; debe ajustarse según tus necesidades y circunstancias. Dedica tiempo cada mes para evaluar cómo estás manejando tu dinero y haz los cambios necesarios.

 

Beneficios de un presupuesto bien administrado.

  1. Paz financiera: Te ayudará a evitar el estrés causado por las deudas y el desorden financiero.
  2. Unidad familiar: Trabajar juntos en un presupuesto fomenta la comunicación y la colaboración en el hogar.
  3. Mayor generosidad: Con un presupuesto claro, puedes dar con alegría y sin preocupaciones.
 

Un presupuesto no es solo una herramienta financiera; es una forma de honrar a Dios y ser buenos administradores de lo que Él nos ha confiado. Como dice John Maxwell: “El éxito no se trata de cuánto dinero tienes, sino de cuánto impacto puedes generar con lo que tienes.”

 

10 Principios para administrar tus finanzas con sabiduría en este 2025.

Descubre cómo manejar tus recursos desde una perspectiva bíblica

La Biblia no solo guía nuestra vida espiritual, sino también nuestras decisiones prácticas, incluyendo cómo administramos nuestras finanzas. Dios desea que seamos buenos mayordomos de lo que Él nos ha confiado, usando nuestros recursos de manera sabia y para Su gloria. Aquí te presentamos 10 principios bíblicos que transformarán tu vida financiera.

  1. Reconoce a Dios como el dueño de todo

«De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan» (Salmos 24:1).

Dios es el dueño de todo, y nosotros somos administradores. Este entendimiento cambia nuestra perspectiva: no se trata de cuánto poseemos, sino de cómo lo usamos para honrar a Dios.

  1. Vive con un propósito financiero

«Porque, ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?» (Lucas 14:28).
Planea tus finanzas con propósito. Establece metas claras y crea un presupuesto que refleje tus prioridades y valores.

  1. Da el primer lugar a Dios

«Honra a Jehová con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia» (Proverbios 3:9-10).
El principio del diezmo y las ofrendas nos enseña a dar a Dios lo mejor, reconociendo Su provisión en nuestra vida. Dar con generosidad abre puertas a Su bendición.

  1. Evita las deudas innecesarias

«El rico se enseñorea de los pobres, y el que toma prestado es siervo del que presta» (Proverbios 22:7).
Aunque a veces las deudas son inevitables, debemos ser prudentes al adquirirlas y trabajar diligentemente para saldarlas. Vive dentro de tus posibilidades y evita cargas financieras innecesarias.

  1. Sé Diligente en tu trabajo

«El alma del perezoso desea, y nada alcanza; mas el alma de los diligentes será prosperada» (Proverbios 13:4).
El trabajo es un medio que Dios usa para proveer. Sé disciplinado y fiel en tu labor, buscando siempre dar lo mejor de ti.

  1. Ahorra para el futuro

«En la casa del sabio hay tesoros y aceite, pero el necio todo lo disipa» (Proverbios 21:20).
El ahorro es una práctica sabia que te prepara para enfrentar emergencias y construir un futuro sólido. Planifica con visión y disciplina.

  1. Invierte con sabiduría

«Siembra tu semilla en la mañana, y por la tarde no dejes reposar tu mano» (Eclesiastés 11:6).
La inversión prudente es parte de una buena administración. Evalúa los riesgos, busca consejo y toma decisiones que generen frutos a largo plazo.

  1. Vive con contentamiento

«Porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar» (1 Timoteo 6:7).
El contentamiento te protege del materialismo y la codicia. Aprende a disfrutar lo que tienes mientras trabajas hacia tus metas.

  1. Sé generoso con los necesitados

«A Jehová presta el que da al pobre, y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar» (Proverbios 19:17).
Dios bendice a quienes comparten con otros. Sé sensible a las necesidades a tu alrededor y utiliza tus recursos para bendecir vidas.

  1. Confía en la provisión de Dios

«Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús» (Filipenses 4:19).
La fe en la provisión de Dios te da paz y confianza, incluso en momentos de incertidumbre. Aprende a depender de Él en todo.

Administrar tus finanzas con sabiduría no solo mejora tu calidad de vida, sino que glorifica a Dios al mostrarte como un mayordomo fiel. Estos principios no son meras reglas, sino una guía para experimentar Su abundancia y Su propósito en todas las áreas de tu vida